Resulta que Robert, el señor de mi librería amiga, está limpio desde hace 2 años. Sin embargo y según dicen sus compañeros de trabajo, se va a gastar lo que vale un libro de Martin Amis en pepa. Yo no entiendo nada pero me preocupa un poco la situación. Rafa y Sonia revisan bolsillos, cajones y deciden cerrar el negocio para ir a buscar a Robert. Los acompaño. Lo bueno de todo esto es que vamos en un auto tipo limusina. Vamos recorriendo los barrios de Belgrano, Las Cañitas y Constitución pero Robert no aparece. En un momento bajo del auto y me quedo mirando un afiche que hay pegado en una pared hasta que llega mi mejor amigo y nos vamos juntos a tomar café con leche a la Giralda que ahora no se llama más así. Ahora es “Confitería Alelí”. El café está riquísimo como siempre. El nuevo nombre es espantoso.
Dr. Robert.
Dr. Robert Wyatt?
no necesariamente. pensaba en robert freymann o robert zimmerman
claro… pero no te olvides de robert fripp!
(ni de bobby de niro. ¡mucho menos de redford)
((voy a preparar mi lista personal de roberts!))
igual yo estuve lenta.
y dormida.
esta vez te llevás vos los puntos cadbury.
ganaste. cuti le gana a susanette